Esta escultura artesanal representa a la Virgen de Fátima, tallada íntegramente en madera, con una delicadeza que resalta la serenidad y devoción de la imagen. La Virgen se presenta de pie, con las manos unidas en oración, portando un largo rosario que cuelga desde sus manos hasta los pies. Su rostro refleja una expresión de paz y recogimiento espiritual.
Luce un manto largo que cae en pliegues suaves, y sobre su cabeza se alza una corona de estilo clásico, símbolo de su realeza celestial. La figura se eleva sobre una base decorada con nubes y tres pequeñas cabezas de ovejas, evocando la escena de las apariciones de Fátima en Portugal. A su alrededor se observan herramientas de talla, evidenciando el proceso artesanal y el entorno del taller donde fue creada.
La pieza, aun en proceso de acabado, demuestra un alto nivel de detalle técnico y una profunda devoción en su confección, siendo ideal para espacios de oración, capillas o colecciones de arte sacro.
